Pues si, el finde estuvimos en un Um Quais, donde hace cientos de años se vieron milagros a punta pala: Gente caminando sobre el agua (Por las rocas Pedro, por las rocas), pescadores inventando el estilo francés de pesca, es decir, la pesca masiva por artes pelágicas, etc... Estaban de pipa de agua hasta las patas, como alguna que yo me sé, que se la fuma con anís.

La verdad es que el día fue muy místico, estando con amigos, sentados sobre las ruinas tomando té, relajados y viendo pasar el día sin hacer nada.

Sin embargo, por primera vez desde que vinimos, 11 meses, pasé miedo.

De vuelta de Um Quais, nos encontramos la carretera cortada por un grupo de gente que venía caminando con un burro y dando gritos. (El burro no es importante para la historia, pero si para imaginarse al gentío). Eran lo suficientemente numeroso para obligarnos a parar a los dos coches que íbamos todos.

Al principio pensábamos que era una boda, ya que los árabes tienen formas muy pintorescas de celebrar las bodas.

Yo al ir en el coche de atrás, podía observar como el otro coche desaparecía entre la marea humana. Entonces nos dimos cuenta de que aquello no era una boda.

Uuuuuh, pausa dramática!!!

Mientras rodeaban el coche de delante, algunos habían empezado a señalar hacia el interior y a gritar. Uno en concreto estaba al borde del colapso, de lo congestionado que estaba.

Mientras, nosotros, viendo avanzar la gente hacia nuestro coche y sin perder ojo de lo que pasaba con los de delante.

Algunos, los más exhaltados, agitaban ramas de palmera y nos señalaban con ellas. Mientras, nosotros pensando: Joooooooooodeeeeeeeer, a ver de qué va esto...

Cuando pasaron a nuestra altura, estábamos listos en modo "Que seamos invisibles, que seamos invisibles": Ventanillas subidas, cierres echados y mirada al frente como con los mendigos de los semáforos: Si no les ves, no existen.

La verdad es que no hubo nada más allá de gritos aislados y agitación de ramas, pero aquello dio un poco de yuyu.

Resultado, un susto y magulladuras de una tía que iba en nuestro coche, ya que se le ocurrió abrir la ventana (En qué cabeza cabe) para sacar una foto y le dieron un ramazo. Fue accidental, porque el chaval que llevaba la rama no esperaba que estuviese la ventanilla abierta y le dio.

Luego nos enteramos que se manifestaban debido a las elecciones, lo que no sabemos es que querían.

De todas maneras, fue un susto, pero lo sobredimensionamos bastante. Esto no refleja nada de la seguridad y la tranquilidad del país y mi imagen de buen sitio donde vivir se mantiene.

Lucía, has visto como he sido capaz de dar la versión real y no meter helicópteros ni disparos??