martes, julio 31, 2007

Hoy no sé qué me pasa pero estoy hasta los orejones de hablar de Siria en este puto blog, así que voy a poner todas las fotos que quería poner y que me parece que son significativas oq ue son chulillas. Además, como he descubierto que eso de poner tres fotos en linea no te satura, pues va aser la tónica habitual a partir de ahora cada vez que ponga fotos de viajes.

Yo creo que lo me ha tocado las bolas es el recibir, como ha venido pasando todo el año, los emails de los sindicatos criticando lo malo y cabrón que es el gobierno, lo mal que tratan a los funcionarios de exteriores y las múltiples huelgas que se plantea cada sindicato y que el resto de agrupaciones se encargan de que no prosperen.

Pa qué cojones me llevan mandando todo el año mamonadas de estas? Para ver a lo que ni siquiera tengo acceso? Para ver cómo se quejan de las exenciones de impuestos y de las "pocas" vacatas que tienen?? Joder, si me pusiese yo a mandar correos así... pues me crujen.

En fin...

Pues eso, como os he contado ay
er, el viaje a Palmyra lo cancelé, dejándolo para posteriores ocasiones, así que aprovechamos para darnos un rulo por la ciudad, el zoco vacío,etc.

La verdad es que entre las tiendas de Amman y cualquiera de Siria no se puede establecer comparación. Es como comparar a Dios con una llave inglesa.Las construciones son también más vistosas. Mucha culpa de ello es que Damasco y Aleppo tienen miles de años de antigüedad, han estado ahí y han ido enriqueciédose con el paso de las distintas civilizaciones. Así, es normal que como en Baalbek, Líbano, una construcción tenga multitud de estilos: Árabe, romano, medieval. Cada uno que llegaba hacía su reformilla. Ammán es una ciudad reciente, sin zona antigua y erigida sobre colinas, haciéndola más incómoda y que ciertas cosas apenas destaquen, como su regulón anfiteatro.
Los minaretes de las mezquitas me parecen especialmente destacables por su forma de torre de vigilancia del medievo. Nada que ver con esos minaretes con rasgos tan árabes con cúpulas en forma de gota de otros lugares como Irak o Jordania.
En las fotos, en la segunda fila: El minarete de la mezquita Omeya, simplemente espectacular. En la siguiente foto una de las fachadas que puedes encontrar en Aleppo (Tiene una riqueza de fachadas muy grande, aunque riqueza la que haría una empresa de restauración de fachadas si se pusiesen a ello). En la tercera, una torre reloj, que me recordaba al de Hook, aunque ese era un cocodrilo. Fijense ustedes en los taxis amarillos que salen, el tamaño que tienen!!
En la siguiente fila degusten los señores: El mural que había en la estación de trenes (Qué arte, eh?), una mezquita estrechita (Qué minarete, señora) y una lámpara. La verdad es que las lámparas recargadas que se gastan aquí me parecen super atractivas... será Sindrome de Estocolmo.
En fin, vamos a lo gordo. Si de algo te das cuenta en Siria es que no tienen mucho dinero, pero no por ello renuncian a lo bueno, al prestigio de las marcas... que si a la calidad. Aparte de "Master Cola" y "Cheer Up", en este viaje he descubierto nuevos productos que os adjunto en fotos.
Para mí, el producto estrella es la Boly Station que podeis observar en el medio. Es un símbolo de status, un toque refinado, una manifestación de ser lo último... pero lo último de lo último. La caja cerrada incluso tiene el logo calcadito a la Play de Sony.
El diseño es absolutamente lujoso, con unos bordes afilados que la convierten en el arma arrojadiza por excelencia, un acabado en plástico que seguramente en cuanto se recaliente atraiga a los más mayores de la casa a degustar un fuego cuyo humo los lleve a viajes hacia lo desconocido.
Solo se venden en puestos de la calle, ya que es una de las características que dan valor añadido a la consola. Además incluye mil juegos por lo que es un desembolso único, sin tener que depender de las duras campaña de marketing que nos empujan a comprar caros y repetitivos juegos. Ya me direis vosotros qué coño de juegos tendrá, si ni juntando los de Microsoft, Nintendo o Sony se llegan a 500.
Eso sí, seguro que estimula la imaginación un huevo. Me puedo imaginar que en los de futbol a los futbolistas se les cae la cabeza, en los de coches seguramente ni arranquen y los de disparar no pasen de dos pantallas.
Bueno, chavales, ya sabeis que pedirles a los reyes magos la próxima vez que se pasen por el Rastro.
Volviendo al viaje, finalmente el viaje de vuelta a Damasco lo hicimos en tren, en un coche cama. 2,5 euros por cama en un trayecto de 6 horas. Barato y tal, pero ya me dirás qué coño haces en Damasco a las 6 de la mañana: En nuestro caso, aparte de maldecir al taxista que nos timó, nos fuimos a sentar en un banco, delante de una pastelería, soñando con las cosas que nos podrían dar.
El tren me encanta.. tiene algo. Después de ir en taxi, buseto, avión y tren, me quedé con complejo de Willie Fogg. Pena de ausencia de elefantes.

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