lunes, julio 23, 2007

Ayer, al volver a casa, en casa del vecino había palmado alguien. Era muy extraño ese ambientillo de muchos coches parados delante del chalecito, mucho abrazo y tal... uff, lagarto, lagarto.

Hoy es domingo, y pringo. Por un lado no está mal, ya que está bastante tranquila la ofi y a la tarde toca reposo. Lo peor es que todo el mundo está de finde, con lo cual no tienes con quién comunicarte, los blogs están paradísimos y los periódicos no actualizan.

Eso sí, se está de un relajadito... voy a aprovechar para recordar el viaje de un día a Damasco, que hice el viernes.

Después de que Marco, un amiguete franchute, se pasase dos semanas bombardeándome el correo y el móvil tratando de convencerme para ir a Aleppo (Siria), al final accedí a ir , pero a pasar el día en Damasco, que lo otro pillaba en quinta la boina y hace falta un poquito más de tiempo para ir... cómo se nota los que no curran!!

A las 8 de la mañana nos plantamos en la estación de taxis service (Compartidos), prestos a pasar un día que era en plan relax y de shopping. La faena de estos taxis es que hasta que no se llenana, no salen, es decir, te puedes estar in eternum esperando a gente. Algo que se hace habitualmente, dependiendo del grado de prisa y de riqueza que tengas, es pagar el asiento libre o libres que queden.

Nosotros, como ya había otro individuo que se venía a Damasco, decidimos pagar el hueco que quedaba. Se suele pagar entre todos, preo el frescales aquel se hizo el sueco... son cosas de esas que te joden por dentro, injustas.

El viaje de ida, por primera vez, fue como una sedita. Ni siquiera en la frontera Siria, donde hasta ahora me habían retenido siempre por haber visitado Israel, me pusieron ninguna pega. Seguramente porque aquello estaba como el metro de Madrid a las 8 de la mañana.

Además, el taxista nos dijo que había taxis las 24 horas, por lo que podríamos estirar el viaje al máximo. Lo que no nos dijo el cabrón es que nos iba a dejar a la puerta de su casa, que estaba como a 5 kilómetros del centro.

Fue un poco putada, pero se tornó en placer onírico cuando estando arrancando dentro de un taxi de ciudad apareció el jeta que nos había acompañado desde Ammán a la carrera diciendo a ver á dónde íbamos y si compartíamos... qué bonito fue hacerle el medio gesto de la victoria mientras nos miraba. A eso se le llama justicia divina.

La ciudad tiene un montón de tiendecitas, mucho colorido y una ciudad vieja donde perderse (Literalmente) que en conjunto no tiene precio; para todo lo demás, VISA. Y es que yo, chico Mastercard, me encontré en la tesitura que no quiere encontrarse ningún turista: Sin pasta porque los puñeteros cajeros solo aceptaban VISA!!
Después de 23 cajeros y cruzar Damasco, encontré uno que aceptaba Master.
Ojito a una columna de 20 metros de altura en mitad de la ciudad rematada con una mezquita.

Al final dio un poco igual porque al ser viernes todo el zoco estaba cerrado, así que nos paseamos por dentro y poquito más.

Yo no he dicho nada, pero el objetivo principal era probar unos shawarmas (Kebab español pero enrrollado) que me habían dicho que eran deliciosos y que estaban rebuenos y bla bla bla... A mí, si no pasan por mí, no hay evaluación válida.

Tras probarlo, sólo puedo decir una cosa: Cómo estaban, señora!!! Buenísimos, crujientito por fuera y a 80 céntimos de euro cada uno!! Sobra decir que me metí 3... y porque no me entraban más, que si no...

Una foto en la catedral del Shawarma.

Y ya, puesto que no había opción de compras, pues a sumergirnos en el mundo árabe. Qué mejor para ello que un baño turco solo para hombres??

Sinceramente, es una experiencia que recomiendo a todo el mundo para que se vaya haciendo lo que es estar en un prisión árabe. Me sentí como el tío del "Expreso de medianoche".

Os cuento: para empezar, te tienes que despelotar, pero no en un vestuario sino en la entrada, en una habitación con una cúpula que deja entrar la luz, rodeado de árabes. Mientras me quitaba la ropa, un árabe jovencito y delgadito me canturreaba "Barselonaaaaa".

Y allí, solo cubierto por una sabana(Sí te dan una sábana para cubrirte, no una toalla), me dieron lo que sería mi kit de baño turco: Una pastilla de jabón y una esponja de esas de crin de caballo.

La cosa prometía.

El sitio es superchulo: unas salas blancas con cúpulas y fuentes en los lados. Sentados en el suelo, árabes echándose barros y similares por encima.

Nos introdujeron en el baño turco, que olía a trampa mortal: Una sala que parecía muy grande, llena de vapor a través del cual se vislumbraba gente de piel muy morena sentada en el suelo o caminando. En las paredes, algo parecido a bidets de granito junto al cual tenías que sentarte, enjabonarte, aclararte y de nuevo enjabonarte. Así hasta acabar la pastilla de jabón.

Allí me teníais, sentado en el suelo, cubierto solo por una sabana, rodeado de vapor, echandome agua fría de aquellas fuentes-bidet con un cuenco metálico, esperando que mi piel clarita no destacase. Y en esas que ziiiis, se me escapa por el suelo la jaboneta, desapareciendo entre el vapor. Me quedaba poco menos de media pastilla, así que fui a buscarla. Atrás dejé a Marco , también jugando a "Carcel de mujeres".

Cuando la encontré, estando agachado, apareció delante de mi un árabe de 120 kilos, solo cubierto por la puñetera sábana que me señaló y me dijo: You, massage!!

Aquello ya fue la repanocha: Un masaje aplicado por la versión árabe de Torrente con su sábana transparente. Si amigos, en cuanto se empapa la sabanita, vas mostrando género!! El que no anuncia no vende!!

Luego, cuando has acabado, sales y uno de los empleados viene y te arranca la toalla y te pone otra con una rapidez que no ves tema ni queriendo. Muy profesional todo.

A mi me encantó, me lo pasé pipa y encima te quedas super super relajado. Qué mejor final al baño que disfrutar de una Master Cola???

Estas cosas dan hambre, así que fuimos a por otra dosis de Shawarma y un delicioso zumo fresco, no sin antes hacer escala técnica para suelta de líquidos. Adjunto foto de los baños junto a la mezquita Omeya. Pena no poder adjuntar el olor... en fin. Lo que merecía foto y premio es el tío que los cuidaba, metiéndose un bocata a pesar del pestazo!!

Ya iba avanzando la tarde, así que nos pusimos de nuevo a callejear, a disfrutar de las casa antiguas de la ciudad vieja, sus callejuelas, las avenidas cubiertas del zoco...
Pero como todo, hay un final.
Como quería mirar una cosita para mis padres, cruzamos Damasco andando, a ver una especie de mercado de artesanía en el que venden cosas típicas, como babuchas, pañuelos de danza del vientre, cimitarras y dagas, etc. Pero también cerrado. Otra vez será.

Como a mi no hay una cosa que planifique y me salga bien y cada día es más cierto eso de que es imposible planificar sin dejar hueco a la improvisación, cuando llegamos a la estación central de taxi service, sorpresa: Aquello se había convertido en una explanada vacía.
Allí no había nada ni nadie, ni los cientos de coches que habíamos visto mes y medio atrás yni la marea de gente pululando y los taxistas pegándose por lo clientes. Allí no había nada!!
Preguntando, nos enteramos que la superficie la habían vendido hacía un mes a una promotora de Qarar para construir un hotel (Que falta les hace) y que la nueva estación estaba a 10 kilómetros en las afueras. para cuando llegamos, a las 8.30, descubrimos que además todos los taxis para Ammán habían partido ya y que podía ser que alguno viniese, pero dependía de cada conductor. Malditos autónomos!!!
El plan de estar de vuelta a las 11 en taxi se convirtió en pillar un buseto a las 10 de la noche con llegada incierta a Ammán, ya que en los cruces de frontera, se tiene que bajar todo el pasaje, tanto en el lado sirio como en el jordano, para el control de pasaportes.
Para más coña, el bus en que montamos, tenía asientos de cuero y tal, vamos, de mega lujo y tal . Justo, cuando íbamos a arrancar, se pone de pie el chófer y nos dice que cambiamos de bus, a uno regulón que te mueres... así que durante el viaje iba el pasaje lanzándo comentarios que generaban la risa general. Todas menos la mía, que no entendía nada, pero bueno, para no ser menos, me reía también, ja ja!!
El viaje estuvo bien, ya que no tenía prisa ni nada y me supuso conocer otra forma de viajar.
La propina fue que al llegar tuvimos que ayudar a un chico argentino a encontrar un medio para seguir viaje hasta Israel.
Mi camita me vio apagar la luz a las 5 de la mañana.

5 comentarios:

Ouhhyeah dijo...

Te he hechau una maldicion gitana (tanto llamarmelo al final me lo he acabado creyendo) por la que cada viaje que hagas sin mi te va a salir mucho peor y ademñas no vas a poder echarme las culpas... TOMAAAAAAAAAAAAAAA

Ouhhyeah dijo...

hechau hechau hechau hechau hechau hechau hechau hechau.....

tomaaaaaaaaaaaaaa

Alex dijo...

Muchas gracias, me voy a Estambul en 4 días y me acabas de meter miedo con los baños árabes. Veremos como va

Pedro en Bucarest dijo...

Buenísimo. Simplemente genial

El hombre de los caramelos dijo...

Disfrutar de los agujeros en el suelo, joven Alex. Ojo que los agujeros de la calle no son letrina!!

Ay Piotr, creo que lo que te ha molau ha sido el baño turco... pues las pasé putas, eh??!!!

Dani, pues decían que la Igarti, aparte de ser un travelo,había tenido algo con el de los sellos... Cómo está la realeza!!!