La verdad es que contar el viaje está llevando más tiempo que el mismo viaje. Esta foto la quise poner ayer pero se me pasó... será que como dijo Lucía: No sé, igual hay poca foto... quizá.
Esto es la vuelta de los cedros en la montaña. Habreis oido la expresión tomar algo como bandera. Pues aquí íbamos con los pantalones de Lucía como estandarte, enganchado en la ventana, para regocijo de los lugareños. Y es que al meterle el hielo en el cu... se mojaron un poquito. Tenisis que ver cómo se agitaban cuando Pablo le daba zapatilla al coche. Parecíamos seguidores del Pantalonia celebrando haber ganado un título!!

Y bueno, el último día en Líbano ha llegado.
Comenzamos descansados y frescos, después de dormir 7 horitas y un desayunos de Self Service. A mi este me parece un término muy ambiguo ya que juega con la proximidad al buffet pero sin serlo. La diferencia radica en el número de veces que te acercas a repetir. Entre 1 e infinito. No puede decirse que hubiese gran variedad, de hecho había pan con queso o mermelada y café... puede decirse que había poco reto al buffet.
La camarera era una señora de unos mil años, sentada tras la barra del self service con un plumífero. Sospechamos que tenía un matamoscas presto por si nos aventurábamos a un reenganche.

Pablito al volante, Lucía de copi con el mapa y servidor atrás listo para planchar la oreja (Sleeping, dude, he he!!)

Cuando me desperté, me comentaron que nos debimos perder unas cuantas veces, pero finalmente llegámos a Baalbek, uno de los lugares con ruinas romanas más impresionantes de Oriente Medio. No son muy numerosas, pero su tamaño quitan el habla.

Nuevamente mencionaré la falta de turistas (Aunque luego vimos que los otros turistas que encontramos eran españoles) lo cual supuso que nuestra llegada fuese acogida por el sindicato de vendedores ambulantes de la zona: Libros, planos, monedas antiguas, camisetas de Hezbollah, pañuelos, paraguas... Yo llevaba mi pañuelo jordano, así que como chispeaba, me lo quise poner. Uno de esos vendedores me ayudó ( A cambio de nada, auqne quizá él no lo pensara así) y me puso la Kefiyah al estilo no beduino sino "traumatismo craneoencefálico". Las fotos creo que lo dejan claro.
Pasé de quitarmelo hasta adentarnos bien en las ruinas, ya que no quería ofender a un tío que me había intentado colocar una camiseta de Hezbollah. Fijaos tamvbién la gorra de cazador de osos adicto al vodka que llevaba Pablo. Destilaba Bulgaridad por todos los poros!!
Lucía optó por un toque más de pitonisa.

Como podeis ver, el sitio tuvo que ser gigantesco, ya que las columnas tenían más de dos metros de diámetro, dejando en miniaturas las que hay en Jerash, al norte de Amman.

Puede observarse que el tamaño de las rocas no me amilanó y al pasar junto a una roca, no pude evitar hacer una tentativa de levantamiento de piedra... duro trabajo el de ser vasco. Auuuuuuuuupa!!!

Lo que no tiene precio es la foto que Lucía nos incitó: Imitar al león de la Metro, mostrando nuestra fiereza. Pablo parece un Bulgar leoncillo afeminado, pero a mi sacó mi niña con una pinta de Chiquito con miedo tras ver al conde Brácularl!!

Una pasada de sitio, con templos enormes y que, al igual que la ciudadela de Trípoli que visitamos la mañana anterior, tenía estilos superpuestos, árabes y cruzados sobre las construcciones romanas originales. La verdad es que su visita merece la pena.
A la salida, cientos de carteles de muertos en la guerra nos confirmaron que aquella es zona Hezbollah, donde el ejercito sirio permaneció acantonado tras la guerra civil.

Como íbamos con tiempo antes de devolver el coche y que nos recogiese el taxi para voñver a Ammán, decidimos dar una vuelta por donde habíamos caminado la noche anterior y echarnos unas fotos con luz.

En las fortos podeis ver por un lado la famos plaza libanesa que aparece en todas las revistas, en la zona más nueva y de negocios. Multitud de cafés elegantes, rascacielos y pocos turistas contrastaban con edificios tiroteados y destruidos por los años de guerra. Era sobrecogedor pensar que todos aquellos agujeros habían sido causados por balas y artillería.
También paseamos junto a la mezquita Khatem Al-Anbiyaa y que es visita obligada en Beirut .

Y bueno, de nuevo tuvimos que pasar a través del camapamento levantado junto al parlamento por seguidores de Hezbollah. Si observais en la foto, detrás mio, a la izquierda, hay un edificio arrasado a disparos de armas variadas. También es visible la foto del líder del mencionado grupo terrorista en el puente, la noche anterior ya pensamos que era extraño que hubiese tiendas de campaña en mitad de la ciudad y tantas fotos del tío con barba que nos sonaba haber visto por la tele.

Con pena devolvimos el coche y ya nos enfrentamos a nuestros mayores temores: Vendrá el taxista??
Pue si seño, vino y puntualísimo!! Llevamos como pasajera a una señora clavaíta a la Martirio y que le faltaba entonar: Vamo´al hípe´... Por si acaso ya nios deleitó con un: De la Embajada española?? Quiero un visado (Ojo, pues la forma de exigirlo fue así) Se pasó el resto del viaje farfullando cosas de la Embajada.. a saber lo que dijo.

Ya estábamos en el coche, ya era el fin del viaje... ya nada nos podía detener y parecía que estaríamos para la cena en Ammán... craso error. El viaje no podía terminar así, nada en lo que estemos metido los Ammaneristas puede acabar así.

Saliendo de Beirut, el taxi (Mercedes E 220) empezó primero a dar sacudidas para acabar parándose. El chófer, como es típico en la zona, en lu gar de echarse al arcén, se quedó en el carril dando arrancadas y calándolo. El resto de coches nos pasaban como locos, si pitar, simplemente estirando al sentido contrario los dos carriles. LLegamos a ver 3 coches en paralelo, adelantandose mutuamente obligando a los que venían de frente a echarse a la cuneta.

Según nuestro conductor no había problema: La gasolina estaba sucia y a base de arrancar, conducir 1 km y parar de nuevo podríamos llegar a Ammán. Así estuvimos una hora, temiendonos lo peor, hasta que en una de las arrancadas el chófer lo puso a 160 y no volvió a parar.

En la frontera libano- siria el soldado exigió dinero por devolver el pasaporte a Lucía y no sabemos cómo fue resuelto sin más problema por el conductor. Lu ya estaba presta a llamar al embajador, a Zapatero y a la Tuna si hacia falta.
En el paso siria con Jordania el soldado nos retuvo un poco, mirando con mala cara los pasaportes. Al ver que éramos españoles se dirigió, con cara de enfado, a la parte trasera y golpeando el cristal con los nudillos nos hizo bajar la ventanilla. Nos miró, sonrió y dijo: Real Madrid o Barcelona??

El toque simpático lo dio el sellado del pasaporte en esta misma frontera. El policía que nos retuvo 4 horas a la ida salió a saludarnos, muy efusivo y nos preguntó por el viaje, mientras le metía caña al del pasaporte para que nos lo hiciera rápido... y al fin a la cama. Sin duda el mejor viaje hasta ahora. Gracias Pablo por venir!!

No quiero cerrar este post sin pediros que mireis con atención estas dos dos últimas fotos. Una muestra los tanques APC en las calles de Beirut (sacados de tapadillo). La otra un montaje mio de 3 fotos en una de un puente desde varios angulos destruido por la aviación israelí elpasado verano (Sin duda de gran valor estratégico, vamos) que obliga a los libaneses a dar un rodeo de varios kilómetros. Destrucción como esta la vimos a lo largo del viaje. Lo que impresiona es uq ya estaban manos a la obra para levantarlos de nuevo y que la gente, en lugar de hundirse, es optimista y ver que mira hacia adelante.

Hasta la próxima!!