

Acabamos ya el finde turístico con una nueva aventurilla por el norte del país.
Como sólo eran 50 kilómetros hasta el sitio que qeríamos visitar, pues nos dimos un homenaje y nos fuimos de brunch (Breakfast + lunch) el sábado por la mañana.
Así, bien nutridos, nos pusimos en marcha, no sin pasar antes por el cajero para sacar dineros. Aquí teneis un ejemplo de lo q no hay q hacer en un cajero automático cuando estás en el extranjero.
El resto del día fue co
mo un videojuego en lo que a conducción se refiere. El coche se portó muy bien, de ahí el homenaje q le he rendido estos dos días.

Bueno, la salida de Ammán nos llevó como hora y media. No acababa de encontrar el camino y aquello parecía la peli de Black Hawk Down: Por callejones estrechos, de callejuela a callejuela, sin encontrar una salida, muchas veces volviendo al lugar de origen y con un copiloto q me indicaba cómo ir (Un americano q no había estado allí nunca). Que conste q cuando paré a repostar pregunté el camino, pero como otras muchas veces, es peor: te desorientan más.
Al final, la ocupante del asiento trasero, haciendo lobby, como otras muchas veces, me convenció para parar y preguntar en lo que parecía una universidad. Me acerqué con el mapa en la mano a un señor q había, pero en un minuto me encontré rodeado como por 8 personas mirando el mapa. Cuando me di cuenta q al mirarlo lo q hacían era maravillarse por los lugar
es q aparecían, se me cayó el alma a los pies: No sabían decirme dónde estábamos xq no entendían el mapa; eso sí, les encantaban los dibujitos.

Finalmente, el consejo de sabios decidió q uno llevase a todos los q pudiese en su coche para continuar discutiendo y q nosotros les siguiesemos. Es el equivalente a un videojuego, podría decirse que allí comenzó la misión "Siguelo sin perderlo": El tío, al q se suponía q tenía q seguir, iba lanzado, y claro yo detrás jugando
con las marchas para no derrapar en las curvas. Al entrar en autopista, el tío pegó un volantazo y frenó en seco en el arcén. Yo le esquivé (No me llevé su puerta por poquísimo) y tuve q parar también. Allí me indicó q a cien metros había un cambio de sentido y q aquel era el camino de Jerash. El cambio de sentido es un carril a la izquierda por el cual cruzas al otro sentido cuando no venga nadie y te haces todos los carriles echando leches. Nos despedimos a la jordana: A bocinazo limpio para dar las gracias y con todos los ocupantes de cada coche saludando.

Luego ya llegamos a Jerash y Ajloun. Para variar, el ca
stillo q queríamos visitar nos pilló cerrado, como en la anterior visita.
A la vuelta, sorpresa, la carretera cortada por obras. Después de perderme por Ammán, lo q menos me apetecía era repetir pero por un villorrio, así q pregunté a un policía cómo salir. Y sí, por primera vez en mi vida, la policía sirvió de algo: Salimos del pueblo con escolta policial!!
De nuevo el "sígueme
" es atrápame si puedes. El policía iba en moto, metiendose entre coches, parando el tráfico, acelerando como loco en las rectas. Y yo detrás, alternando las marchas cortas, derrapando y dando frenazos, pasando por entre hueco inverosímiles, esquivando peatones. Todo para no perderle. Además, de las callejuelas te salían camionetas (Como en las pelis, q justo pasa uno y el q le persigue ya no puede pasar) o en las rotondas se intentaba meter alguno entre el policía y nosotros. Yo por supuesto, para no perderme, actuaba como si llevase la sirena también. Por ello, la mano del cambio de marchas iba del claxon al cambio, pitando y dando acelerones... bueno en plan persecución absoluta.. y lo mejor es q como iba con la policía, todo valía.

Y nada más, con este subidón de adrenalina llegamos a casita... Simplemente decir q los jordanos son maravillosos y q la verdad es q si te ven perdidos, se mojan, y mucho.